
M. Ignacia Fuenzalida Pinochet.
Directora Centro de Educación Continua
Universidad Austral de Chile.
En un mundo laboral cada vez más competitivo y dinámico, la especialización juega un papel fundamental. Los diplomados, programas de especialización breves y específicos, ofrecen justamente la posibilidad de profundizar en materias más concretas y actualizadas, permitiendo a profesionales y técnicos, conocer nuevos enfoques, herramientas y metodologías sin la necesidad de comprometerse a cursar un programa largo y costoso. En ese orden, se presenta como una alternativa accesible para quienes desean seguir creciendo profesionalmente y ser más competitivos sin perder demasiado tiempo fuera del mercado laboral.
Un diplomado, junto con beneficiar a quien lo cursa, beneficia también a sus empresas o servicios. Al permitir que los colaboradores adquieran competencias especializadas, las organizaciones pueden mejorar su productividad y adaptabilidad frente a cambios constantes en el mercado. Así, uno de los aspectos que los hace atractivos, es su flexibilidad. Muchas de las instituciones educativas han diseñado programas adaptados a las necesidades del profesional moderno, ofreciendo modalidades en línea, híbridas o presenciales, permitiéndole organizar su tiempo de manera efectiva. En el caso de nuestros programas, su diseño se ha adaptado a las últimas tendencias metodológicas, trabajando con un diseño instruccional propio de la virtualidad, a través de una plataforma sencilla y fácil de utilizar, que posibilita la interacción con los docentes y que se orienta al trabajo práctico y casuístico, guiado por un/a tutor/a.
Ello ha permitido que, en los últimos años, el Centro de Educación Continua de la Facultad de Filosofía y Humanidades haya generado alianzas con otras macrounidades de la Universidad Austral de Chile, ampliando y diversificando los programas que imparte. Para este primer semestre 2025 nuestra oferta académica contempla más de 20 programas, todos con altos estándares de calidad académica y técnica.
En la línea ya definida, el CEC seguirá orientando su trabajo hacia el fortaleciendo de la oferta formativa, no sólo transformando estos programas en una gran herramienta para quienes buscan profundizar sus conocimientos para mantenerse competitivos, sino también para mejorar y orientar los programas conforme a las exigencias de los profesionales actuales. La clave está en saber identificar qué habilidades son las más demandadas y cómo estos programas pueden potenciar las carreras de la manera más efectiva.